Contexto histórico Pórtico de la Gloria
Las obras de la catedral de Santiago de Compostela se finalizan en 1168 con la contratación, por parte de Fernando II, del Maestro Mateo, el arquitecto que diseña la cripta sobre la que se asienta el último tramo de las naves y el pórtico entre las dos torres.
Fernando II subió al trono de León en 1157, gracias al testamento de su padre Alfonso VII que decidió repartir sus estados entre sus dos hijos: Sancho III sería rey de Castilla, y Fernando II de León. Con esta división del reino castellano-leonés se pasó del llamado Imperio hispánico a la España de los cinco reinos (Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón),
Comenzó entonces un período, que se extenderá hasta la victoria cristiana de las Navas de Tolosa, en 1212, caracterizado por la considerable ralentización que experimentó la Reconquista , por las desavenencias surgidas entre castellanos y leoneses a la muerte de Alfonso VII que impidieron, durante algunos años, hacer frente a los ataques almohades.
El Pórtico de la Gloria , obra maestra de la Catedral de Santiago de Compostela situado en la fachada occidental de esta, es una estructura arquitectónica de estilo románico, considerada como la obra cumbre de este periodo.
Se realizó entre 1168 y 1188, fecha esta última que consta inscrita en la piedra como indicativa de su finalización.
Para proteger el Pórtico de la Gloria del deterioro que estaba sufriendo por las inclemencias meteorológicas, se procedió a la construcción, claramente posterior, de la fachada del obradoiro (taller, en gallego). Esta fachada y sus torres ya habían tenido varias reformas desde el siglo XVI. En el siglo XVIII se decidió construir la actual fachada barroca, obra de Fernando de Casas Novoa.
Análisis técnico:
Está constituido por arcos de medio punto que se corresponden con cada una de las tres naves de la iglesia, sustentados por gruesos pilares con columnas adosadas. El arco central es el mayor (el doble que cada uno de los laterales), es el único que posee tímpano y está dividido por una columna central, el parteluz, con la figura de Santiago.
- El arco central, llegaría a través de la nave principal hasta el ábside en línea recta. Este, es el único de los tres que consta de parteluz (elemento característico de las portadas románicas) y tímpano (espacio delimitado entre el dintel y las arquivoltas normalmente decorado en las iglesias y catedrales románicas con motivos religiosos, como es el caso).
Este tímpano central, se corona con una arquivolta (elemento arquitectónico característico del románico y gótico que consiste en cada una de las molduras que forman una serie de arcos decorando el arco y recorriendo su curva en toda su extensión y terminando en la imposta). Una imposta es un saliente que separa los diferentes pisos de un edificio.
- Los arcos laterales, carecen de tímpano, y constan de doble arquivolta. Además constan de jambas.
Los cuatro pilares del pórtico están sustentados sobre fuertes basamentos en los que se representan grupos de diversos animales.
Simbolismo
En este apartado de la exposición nos vamos a centrar en el significado del pórtico. Las teorías sobre su simbología son muy diversas, y ahora vamos a abordar algunas de ellas.
Los 24 músicos situados en el perímetro del arco superior son ancianos que representan el día del juicio final, el Apocalipsis. En la escena central hay diversidad de opiniones, por una parte, algunos expertos dicen que en la escena central del tímpano se representa a Cristo ejerciendo de Juez, encargándose de decir quien obtendrá la salvación, y quien el dolor eterno. Por otra parte, otros expertos defienden que el hijo de Dios no está en posición de juzgar, sostienen que está esperando al peregrino en la catedral invitándole amablemente a entrar. Rodeando a Cristo nos encontramos a San Marcos (León), San Mateo (Caja de impuestos), San Lucas (Toro) y San Juan (Águila) escribiendo el evangelio. A mano derecha de Cristo se representa al pueblo de Israel sobre la columna de la pasión, la cruz y la corona de espinas. Y a mano izquierda de Jesucristo se representa al pueblo cristiano sobre los clavos y la lanza y el azote y el martillo.
La base del parteluz representa al “hombre nuevo”. La columna representa al árbol de Jesé, que es el nombre que tradicionalmente recibe el árbol genealógico de Cristo. El árbol de Jesé también ha sido identificado con el árbol de la vida en las sagradas escrituras (Génesis). Sobre el Árbol se encuentra el apóstol Santiago, quien fue el elegido para difundir la palabra de Jesús en occidente. Y sobre su cabeza se representan las tentaciones del hombre.
En la parte posterior izquierda de la obra podemos ver representada la victoria del León (¿) y las herejías, y sobre sus columnas superiores una serie de profetas. Su arco superior esta flanqueado por un Ángel con una trompeta y la puerta de la Angustia alianza, que representan la entrada al Limbo (Infierno).
En la parte posterior derecha se representan los pecados capitales y la victoria del hombre. Sobre los pilares encima de estas figuras se encuentra sostenidos una serie de apóstoles. Y flanqueando el arco la puerta de la nueva alianza y otro Ángel con una trompeta. Esto representa la entrada al Purgatorio (Estado transitorio de purificación).
El conjunto arquitectónico en su totalidad representa los dos caminos que pueden tomar las personas (la salvación o no) durante su vida.
El color
Los estudios realizados en el pórtico han identificado hasta cinco capas de policromías que casi han desaparecido por la erosión del tiempo y la humedad. En la primera se utilizó oro puro de gran calidad y lapislázuli. La última capa se sitúa en el siglo XIX.
La degradación del policromado conllevó que la Iglesia decidiera pintar de nuevo esas figuras.
En el siglo XII la policromía original era de colores muy estridentes, vivos, sin apenas mezclas, ya sea rojos, azules, blancos o negros.
Sin embargo, el paso del tiempo y la humedad contribuyeron a erosionar la superficie y las figuras e hicieron saltar las capas de pintura.
El policromado de origen fue retocado por Crispin de Evelino en 1651, que recibió 130 ducados “por pintar y encarnar los brazos, pies y manos de las figuras que están en la portada principal”. Aun se conservan trazos en los rostros y vestimentas de algunas figuras.
Sufrió después las manos de los obreros que tuvo a su cargo el italiano Domingo Brucciani, encargado por el Gobierno inglés, en 1866, para hacer un vaciado de tamaño del original, que en yeso se exhibe en el Museo de South Kensigton. Parte de la policromía original se quedó adherida al molde de yeso.
Finalidad didáctica de la escultura románica
La escultura románica estaba supeditada a la arquitectura, concebida como parte integrante del edificio.
La escultura tiene una clara función didáctica, no ornamental. Su finalidad era enseñar a los fieles, por lo general analfabetos, los dogmas y principios del Cristianismo. En un mundo teocéntrico, dominado culturalmente por la Iglesia , las imágenes debían instruir y excitar a la piedad a los fieles, enseñándoles cómo salvarse imitando la vida de Cristo y de los santos. Era una Biblia en piedra.
Las esculturas de la puerta central del pórtico representan al Cristo Glorificado del Libro del Apocalipsis, sentado en su gran trono y rodeado de los cuatro seres que representan a los cuatro evangelistas. El Maestro Mateo ha concebido el Arco central del Pórtico como una pequeña ciudad con su templo y su liturgia propios.
Rasgos góticos del Pórtico de la Gloria
Existe un período de transición entre el Románico y el Gótico denominada fase inicial o protogótica. En las obras realizadas durante esta etapa perduran caracteres románicos y van apareciendo ya otros nuevos, góticos.
El Pórtico de la Gloria puede verse como la culminación de la escultura románica en la península o como la inauguración de una nueva tendencia. El estilo es muy vivo y expresivo y en este sentido señala las nuevas tendencias de lo que será la escultura gótica. Nos permite observar las peculiaridades de esta fase de transición.
Son particularmente visibles en las esculturas de los profetas y apóstoles situadas en las jambas:
- La escultura no se deforma por la ley de adaptación al marco arquitectónico, ni por los afanes expresivos. La representación de las figuras busca ya las proporciones reales de los cuerpos humanos.
- Las figuras, en altorrelieve, tienen un volumen, una corporeidad propia del Gótico, y los ropajes caen en pliegues más amplios.
- En los rostros de los profetas hay una clara individualización de los rasgos.
- La humanización de los personajes es visible. Los profetas se giran y parecen conversar y sus rostros reflejan sentimientos humanos.