viernes, 7 de diciembre de 2012

LA COLUMNA TRAJANA- Celia Garzarán y Sofía Gómez


La Columna Trajana o Columna de Trajano, es un monumento conmemorativo cuya superficie esta esculpida en su totalidad por un relieve histórico en forma de espiral.
Fue erigida por orden del Emperador Trajano, que se la encargó al arquitecto sirio Apolodoro de Damasco, quien le acompañó en sus expediciones militares.
La Columna se encuentra en el antiguo Foro Trajano, que hoy en día no se conserva, cerca del Quirinal y al Norte del Foro Romano.
Además, cabe destacar, que la Columna Trajana está construida entre dos bibliotecas: una latina y otra de origen griego.
 Es una columna exenta, sin función constructiva, que mide 30 metros de altura (38 incluyendo el pedestal sobre el que reposa). Está formada por 18 enormes bloques de mármol blanco de Carrara, cada uno de los cuales pesa aproximadamente 40 toneladas, y tienen un diámetro de 4 metros.
El monumento se alza sobre un basamento o pedestal cúbico, sobre el que la columna se asienta encima de un plinto liso y un toro que reproduce una rica y espesa corona de laurel.
Fue construida entre el 106 y el 113, y se sabe que el día de su inauguración fue el 18 de mayo del 113.

El contexto histórico en el cual podemos incluir esta obra es durante el gobierno de Marco Ulpio Trajano, quien nació en Hispania, cerca de la que hoy sería la ciudad de Sevilla y fue uno de los grandes emperadores del Imperio Romano.

El relieve, de forma helicoidal, da 23 veces la vuelta a la columna en franjas de 1,2 metros y tiene 200 metros de largo. Está adornada con bajorrelieves que estaban policromados con brillantes colores, hoy perdidos. Se utiliza la técnica de ‘horror vacui’, que consiste en rellenar todo el espacio sin dejar huecos vacíos.
En este relieve se narran las dos guerras de Trajano contra Dacia (la actual Rumanía). La mitad inferior de la columna representa la primera de las dos guerras, que duró del año 101 d.C. al 102 d.C., y en la mitad superior se ilustra la segunda, que comenzó en el 105 d.C y acabó en el 106 d.C. Ambas están separadas por la personificación de la Victoria.
Las escenas se suceden unas tras otras, sin marco de separación (lo que se denomina sistema cristalino), y desarrollan las guerras de forma cronológica.
Podemos encontrar grupos de bárbaros, mujeres que participan en la lucha, al jefe de los Dacios llamado Decébalo... Trajano se encuentra representado 59 veces.
A diferencia, por ejemplo, de la Columna de Marco Aurelio, en esta no se representan escenas de violencia, al contrario, se trata al enemigo con respeto.

En el pedestal se encuentra una inscripción escrita en mayúsculas cuadradas romanas y, como está pensada para ser leída desde abajo, las letras inferiores son ligeramente mas pequeñas que las superiores, para producir el efecto de perspectiva.
La traducción es:
‘El senado y el pueblo romano, al emperador César Nerva Trajano Augusto Germano Dácico, hijo del divino Nerva, pontífice máximo,  tribuno por decimoséptima vez, imperator por sexta vez, cónsul por sexta vez, padre de la patria, para mostrar la altura que alcanzaban el monte y el lugar ahora destruidos para obras como esta.’

La finalidad de la Columna de Trajano era triple: señalaba hasta donde llegaba el monte desplazado por el foro, conmemoraba la victoria de los ejércitos de Trajano sobre los Dacios y albergaba las cenizas del emperador, ya que, tras su muerte, el Senado romano votó que sus cenizas recibieran sepultura, dentro de una urna de oro, en la base de la columna. En la actualidad, estas cenizas ya no se encuentran allí.

En el interior de la base se encuentra el vestíbulo, a partir del cual sube una escalera de caracol hasta el capitel. Sobre este originalmente había un águila, pero cuando Trajano falleció, el águila fue sustituida por una estatua del propio emperador y, posteriormente, el Papa Sixto V ordenó que esta fuese cambiada por una imagen de San Pedro, que es la que hoy en día vemos.

Hay dos moldes de este monumento. Uno se encuentra en el Victoria and Albert Museum de Londres, y es mas legible en muchos detalles que el original. El otro se expone en el Museo de Historia de Rumanía, en Bucarest, donde se muestran todas las escenas a tamaño natural y a la altura de la vista.

Este monumento ha llegado prácticamente intacto hasta nuestros días en gran medida debido al respeto que durante la Edad Media se le profesó a Trajano.

Miguel Ángel decía que los venecianos nunca llegarían a la perfección artística porque no poseían una Columna Trajana como la tenían ellos en Roma.





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