miércoles, 17 de octubre de 2012

Laocoonte y sus hijos - Alba Calvo y Paula Jimenez


Laocoonte y sus hijos

Se trata de una obra escultórica de bulto redondo, realizada originalmente en bronce y la actual reconstrucción en mármol. Fue realizada por los escultores griegos Agressandre, Polidor y Atenedor, de la escuela de Rodas.
Pertenece a la época Helenística, ya que fue realizada en el S.I a.C. En esta época se tendía a copiar  los estilos anteriores, pero su originalidad no fue la técnica sino la temática. Surgieron temas no representados anteriormente como la infancia, la violencia, la fealdad,  el exotismo y el erotismo.
Se encontró en el año 1506 en las ruinas del palacio de Titus en Roma. Cuando se descubrió le faltaba el brazo derecho, por lo que se hizo un nuevo brazo en posición extendida, pero cuando se descubrió el brazo original, estaba doblado en la posición que Miguel Ángel había propuesto para la reconstrucción. En la actualidad se encuentra conservada en el patio del Belvedere del museo del Vaticano (Roma).
Esta escultura influye en artistas como Miguel Ángel, quien pensó que era la obra maestra de las artes.  Influencia que se ve reflejada en obras como el techo de la capilla Sixtina.  Y en otros artistas como Rafael en el Parnas
La Obra del Laocoonte tiene  gran carácter dramático, ya que representa la lucha brutal por la vida en una composición muy compleja.
 Esta mide 2,42m. de alto, por lo cual no cumple el canon de la época de poseer el cuerpo 7 cabezas y media. Consta de una figura central (Laocoonte) y dos secundarias (hijos), unidas por serpientes con formas helicoidales, que ayudan a dar movimiento y unidad a la escultura. Son líneas básicamente curvas, y ángulos redondos para dar mayor dinamismo. Su composición forma una estructura piramidal.
Centrándonos en el Laocoonte, el pathos se acentúa en la expresión de su rostro, en detalles como, arrugas de dolor en su cara, ojos dilatados y asimétricos, boca entreabierta.  Con ayuda de la perfección de la técnica consigue un mayor realismo en el cabello provocando un contraste de luces y sombras. En cuanto al cuerpo observamos un gran estudio anatómico, tórax hinchado por el estrangulamiento de la serpiente, el abultamiento de músculos y venas, la colocación de los pies a distintas alturas o los brazos despegados del cuerpo y colocados en todas las posiciones para dotar de movimiento. A diferencia de  este, las dos figuras secundarias presentan un estudio anatómico menos desarrollado y menor expresividad en el rostro.  Los tres cuerpos humanos aparecen desnudos, pero bajo ellos podemos ver unas telas, que representan las ropas que llevaban antes de ser atacados.
Representa la guerra de Troya explicada por Virgilio, donde Apolo castiga al sacerdote Laocoonte por haber advertido a los troyanos de la trampa que los griegos les habían introducido en la ciudad, dentro del caballo. “Desconfío de los Dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos”. El castigo fue morir junto a sus hijos, ahogado entre los anillos de enormes serpientes.
Para concluir hacer referencia a Wincklman, uno  de los protagonistas del debate de las cualidades de este grupo escultórico, que dice lo siguiente: Ante el espectáculo de este prodigio del arte, olvido todo el universo; yo mismo tomo una posición más noble para contemplarlo con dignidad. De la admiración paso al estasis. Embargado de respeto, siento mi pecho que se dilata y se eleva, sensación que experimentan los poseídos por el espíritu de las profecías. ¡Como poder describirte, oh inimitable obra de arte! Haría falta que el arte mismo se dignara inspirarme para conducir mi pluma



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