Maria Gimeno Martin PINTURA ROMANA
Al igual que la escultura y la arquitectura la pintura
romana también se vio muy influenciada por las corrientes de Grecia, poco conocida por su escasez de obras
conservadas, y la etrusca con manifestaciones en tumbas escavadas en roca.
La pintura romana se realizaba en casi toda su totalidad en
las paredes de las casa romanas más adineradas, por lo que se denomina pintura
mural y la técnica que se utilizaba se
denomina pintura al fresco, se trata de la pintura ejecutada sobre un muro con
revoque de cal húmedo (esto es una capa de cal y arena o de otros materiales
con los que se recubre la superficie) donde encima se aplican colores
(conseguidos generalmente con elementos
minerales) disueltos en agua de cal. El muro después absorbe esta mezcla de cal
pero la intensidad del color disminuye, se puede conseguir colores mas vivos
aplicando nuevas capas antes de su secado. Si la disolución y aplicación se ha
realizado correctamente, se forma una película de carbonato de calcio que une
solos colores a la pared.
En esta pintura mural se pueden diferenciar 4 estilos:
- Primer
estilo o de incrustación:
Se da desde el siglo II a.C. hasta principios I a.C. (en
época republicana)
Este estilo buscaba la imitación del revestimiento con
mármoles y materiales ricos, para simbolizar la majestuosidad y riqueza
mediante ellos.
Se representa con figuras muy geométricas y el fresco suele
estar en 3 partes: un zócalo pintado imitando granito, una zona media imitando
mármol y un remate a modo de cornisa.
Ejemplos de este estilo que se conservan en la actualidad
serian la Casa
de Salustio, Bilbilis en el museo de Calatayud en Zaragoza y la Casa Samnita en Herculano.
- Segundo
estilo o arquitectónico:
Se da desde el siglo I a.C. hasta I d.C (en época de César y
Augusto)
En este estilo se intenta imitar elementos arquitectónicos
para crear además de suntuosidad, profundidad y perspectiva hacer que las
estancias parecieran que eran de mayores
dimensiones. Se dan frecuentemente columnas ficticias que crean planos sucesivos
y ventanas, desde las que se pueden ver
edificios o paisajes, esto último es un tema novedoso que se empieza a
introducir en este estilo.
Ejemplos de este estilo que se conservan en la actualidad
serian Casa Augusto, Casa Livia, Los paisajes de la Odisea (que se encuentran
en el museo del Vaticano), la villa de Boscorreale, la casa de brazalete y en
su mayor esplendor la villa de los Misterios la cual se explicará más en
profundidad al final.
- Tercer
estilo u ornamental :
Se da desde finales del siglo I a.C. hasta el siglo I d.C.
(contemporáneo al estilo anterior)
En este estilo se mezclan los dos anteriores y donde
aparecen elementos ornamentales como son el candelabro (que tiene la función de
columna para dividir las paredes del fondo plano), figuras vegetales y de animales
que se encuentran bajo un fondo oscuro y pequeñas escenas mitológicas. Teniendo
menos realismo y siendo más fantasioso mediante colores intensos como los
amarillos, negros, rojos y blancos.
Ejemplos de este estilo que se conservan en la actualidad serian Casa de Lucrecius Fronto,
villa Farnesina y Casa de Sulpicio Rufo.
- Cuarto
estilo o ilusionista :
Se da en la segunda mitad del siglo I d.C.
Se alude al segundo estilo mezclando la perspectiva y
profundidad con figuras y elementos muy diversos como cortinas, telones,
máscaras, cintas y guirnaldas, teniendo un aspecto muy recargado y usando una
variedad mayor de colores.
Ejemplos de este estilo que se conservan en la actualidad
serian la Casa
de los Vetti, la Domus Aurea
de Nerón y por último Herculano.
Además de las pinturas de murales, existían pinturas sobre
tabla (aquella que se realizaba sobre madera) pero de esta técnica no se han
conservado muchos ejemplos al igual que en Grecia, y solían ser retratos de
persona jóvenes y se han encontrado por lugares de todo el imperio romano,
aunque en Pompeya y Herculano en mayor número.
Ejemplos de estas pinturas sobre tabla son los retratos de El Fayum, encontrados en las
tumbas del Egipto romano.
Pintura Pompeyana:
El 24 de agosto del año 79 d.C. en la ciudad de Pompeya y
sus alrededores tuvo lugar la erupción del volcán Vesubio que pilló por
sorpresa a sus habitantes.
Bajo la lava han quedado los restos de testimonios de la
vida diaria y del arte romano que prácticamente han permanecido intactos, pues
el recubrimiento de estas capas de cenizas volcánicas les han preservado en muy
buenas condiciones hasta nuestros días.
Muchos de los frescos que se ha n desenterrado en esta
ciudad se encuentran ahora en el museo arqueológico nacional de Nápoles, pero a
partir de una determinada época los arqueólogos prefirieron dejar en el lugar original
las pinturas halladas, en vez de separarlas de las paredes para así apreciar de
manera mas completa su refinación y gusto.
Gracias a todos los procesos de limpieza, conservación y
restauración a los que se les han sometido nos permite recuperar los colores
reales, detalles significativos, profundizar en su técnica y géneros
artísticos.
La Villa
de los Misterios es una
ruina bien conservada cerca de Pompeya, que sufrió
sólo daños menores en la erupción del Vesubio,
y la mayoría de sus paredes, techos, y más en particular sus frescos sobrevivieron en gran medida intactos.
Fue construida en la primera mitad del siglo
II a. C. y sometida
a muchas remodelaciones y ampliaciones. Más tarde descubrió en el año 1910 y
causó enorme repercusión ya que no existe ninguna otra excavación de la época
clásica que pueda compararse con ella.
Esta villa tiene unos frescos muy bien conservados y
que son en los que nos vamos a centrar,
se encuentran en una habitación que mide siete metros de largo por cinco
de ancho; a destacar los vivos colores que
predominan en los frescos -el negro y el rojo pompeyano muy característico por
conseguir una intensidad muy destacada y el suelo es de mosaico blanco y
negro.
Los frescos rodean toda la habitación emplazados
entre dos frisos, superior e inferior.
Contienen veintinueve figuras humanas que miden
alrededor de un metro y medio. Estos frescos están divididos en escenas:
-Primera escena que esta en la pared mas prolongada
de la habitación se muestra una figura femenina que realiza una especie de
ritual escuchando a la vez a un niño desnudo que está leyendo un rollo donde
una sacerdotisa, sentada tras él, lo guía en su lectura mirando atentamente.
-La
Segunda escena comienza con la figura de una mujer, que lleva
alimentos a la mesa del altar donde tres
sacerdotisas inician un acto ritual.
-La
Tercera escena se ve la figura de un hombre desnudo tocando
la lira. A su lado, están sentados en una piedra un joven y una mujer. Una cabra joven se aproxima a la
mujer y mama de su pecho al lado de otra cabra.
La Cuarta escena contiene una única figura, conocida como la
mujer espantada, que se cubre con un manto y da la impresión de estar huyendo.
Aquí termina la larga pared interior.
-En la
Quinta escena, en la pared del fondo de la sala, vemos en
primer lugar a un hombre sentado, que parece fijarse en la mujer espantada.
Este hombre levanta una vasija para que un joven pueda beber, detrás de
este otro joven que mira la vasija con
una mascara en la mano.
-La
Sexta escena esta lamentablemente, muy dañada. Muestra la
figura de Dioniso recostado en su amada Ariadna.
-En la
Séptima escena vemos a una mujer de rodillas con rostro
desencajado y los ojos muy abiertos, lleva una antorcha sobre un hombro.
Enfrente, la figura de un ángel femenino de alas negras alza una de sus manos
para rechazarla mientras con la otra esgrime un látigo y levanta su brazo
dispuesta a golpear. Esta escena se conoce con el nombre de La flagelación.
-En la pared continua
la Octava
escena se ve de rodillas la figura semidesnuda de una mujer desesperada y presa
del terror, pues es ella a quien el ángel se dispone a golpear. Apoya su cabeza
sobre el regazo de la mujer sentada junto a ella, que mira al ángel. La otra
figura de la escena desnuda, muy erguida, de espaldas al observadores es una
mujer que parece bailar a su alrededor.
-La
Novena escena empieza en la ventana y en ella vemos a una
mujer a quien peina una criada y un
cupido sostiene el espejo donde aquélla se mira. Al otro lado un segundo
cupido contempla plácidamente la escena.
-En la décima y última escena se representa a una
matrona ricamente ataviada que descansa en un sillón reclinado y apoya un brazo
sobre un cojín. Este retrato se conoce como la Domina, porque se cree que
representa a la matrona de la casa.
Hay opiniones muy diversas sobre la interpretación de
estos frescos pero prácticamente es imposible conocer el significado de ellos.
En una de estas interpretaciones se compara la escena de la flagelación con
ritos de fertilidad y otra es la posible
representación de una joven pasando por los ritos del matrimonio.