martes, 27 de noviembre de 2012

LOS ARCOS DE TRIUNFO ROMANOS. EL ARCO DE TITO


Introducción

El arco de triunfo es el monumento que mejor refleja el deseo de los romanos de dar testimonio de su grandeza  y perpetuar así sus hazañas.
Es un monumento construido para conmemorar una victoria militar, aunque en realidad se usó para festejar a un gobernante. Los primeros arcos de triunfo fueron levantados por los romanos en la Antigüedad y cada uno estaba dedicado a un general victorioso. El arco de triunfo clásico es una estructura autónoma, bastante separada de las puertas o murallas de la ciudad.
En su forma más simple, un arco de triunfo consiste en dos pilastras macizas unidas por un arco, rematadas por una superestructura plana o ático en la que puede estar una escultura o que luce inscripciones conmemorativas. Aunque podían tener dos, tres o hasta cinco aperturas o arcos de medio punto flanqueadas por columnas. Sobre estas se colocaba un arquitrabe en cuya parte frontal se podía leer una inscripción alusiva al personaje en honor al cual se había erigido la obra.
Los arcos de Roma se fueron haciendo cada vez más elaborados a lo largo de los siglos

El Arco de Tito

Es el arco más antiguo de todos los que se conservan en Roma, bello ejemplo de proporción, nobleza arquitectónica y ornamentación sobria. Se encuentra situado todavía hoy en el punto más alto de Vía Sacra, en el  Foro Romano y se atribuye a Tito por la dedicatoria de la parte este del ático (el senado y el pueblo de Roma al divino Tito, hijo del divino Vespasiano, Vespasianus Augustus). Se debió erigir en honor de Tito, a poco de su muerte en el año 81.

Su arquitectura. Es una estructura sencilla de un único arco flanqueado por dos grandes pilares, con bóveda de cañón artesonado en el interior. Una línea de imposta separa el zócalo del cuerpo principal, en el que destacan cuatro semi columnas con capiteles compuestos, situadas en los ángulos de los pilares. Estas columnas decorativas simulan sostener el entablamento (arquitrabe, friso con relieves y cornisa ornamentada). En la línea del gusto romano una construcción abovedada utiliza, pues, el sistema adintelado griego como decoración. Remata el arco un ático con una monumental inscripción con el nombre del emperador y de sus predecesores.

Sus relieves. El valor del arco de Tito reside en su decoración escultórica, sobria en el exterior (friso y enjutas del arco) y desbordante bajo la bóveda, donde altorrelieves de gran formato presentan la entrada triunfal de Vespasiano y Tito, el año 70 d.C., en la arrasada Jerusalén y el desfile de los trofeos arrancados a los judíos. Los dos grandes paneles representan dos episodios del triunfo en Judea e imponen un nuevo concepto escultórico diferente a lo hecho hasta entonces.
El panel del lado sur muestra el inicio de la ceremonia, es decir, la procesión cruzando la puerta de la victoria (la Porta Triumphalis, reconocible por las dos cuadrigas que la coronan), que está representada en el lado derecho, mientras que los sirvientes traen el botín desde el templo de Jerusalén (las trompetas de plata, los candelabros de siete brazos), y los paneles provistos de asas en los que probablemente se fijaron las inscripciones que explicaban lo que eran los objetos y los nombres de las ciudades.
Por otra parte, el panel del lado norte representa el episodio central de la celebración del triunfo, es decir, el emperador Tito que, acompañado de una diosa de la Victoria que le corona, avanza sobre una cuadriga precedida por lictores y dirigida por la diosa Roma, seguido de las figuras alegóricas del pueblo y del senado romano, representados, respectivamente, por un hombre joven con el torso desnudo y un hombre viejo vestido con toga.
Cuando el arco fue levantado, Tito había muerto. En lo más alto del intradós (interior) del arco un relieve lo muestra en su transporte al cielo a lomos del águila de la consecratio. Esta circunstancia aconsejó sin duda no representarlo en compañía de los vivos, sino de figuras alegóricas, aunque el hecho que se conmemoraba fuese histórico. Nacía así como nuevo género el relieve histórico-alegórico.






Otros arcos

Arco de Constantino

Fue erigido en el año 315 en conmemoración de la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio. Se encuentra situado entre el Coliseo y la Colina Palatino. Construido a partir de piezas de edificios anteriores, es el más moderno de los que se realizaron en la antigua Roma. Tiene una altura de 21 metros, una anchura de 25 y está compuesto a su vez por tres vanos.

En los relieves del monumento, realizado con bloques de mármol, se pueden ver esculturas extraídas del Foro de Trajano y algunos relieves en los que aparece Marco Aurelio repartiendo pan entre los pobres, además de la representación de Trajano tras su victoria frente a los Dacios.

La inscripción de la parte superior, realizada originalmente en letras de bronce, dice lo siguiente: "Al Emperador César Flavio Constantino, el más grande, pío y bendito Augusto: porque él, inspirado por la divinidad, y por la grandeza de su mente, ha liberado el estado del tirano y de todos sus seguidores al mismo tiempo, con su ejército y sólo por la fuerza de las armas, el Senado y el Pueblo de Roma le han dedicado este arco, decorado con triunfos".

Arco de Medinaceli. Soria.

Es el único ejemplo de arco monumental de tres arcos que tenemos en España. Su conservación es aceptable si exceptuamos su decoración que es bastante deficiente, no por motivos de expolio, sino por la situación geográfica en la que se encuentra. Se edificó en lo alto de una colina que dominaba el valle del Jalón, a finales del siglo I, a casi 1.200 m. de altura y en una zona fría, de lluvias, vientos y nevadas. El efecto perseguido en esta ubicación era impresionar a los habitantes y demostrar la grandeza y poder de Roma. Pero el paso del tiempo ha desgastado los sillares, las molduras y cornisas, dejando solo los indicativos de lo que fué en su tiempo. Sus lados norte y oeste, que dan al pueblo y la montaña esta mejor conservado, pero el sur y el este que dan al valle, están muy desgastados. En todos los caso la parte inferior, el basamento, esta en peor estado, incluso con sillares repuestos.

Arco de Bara. Tarragona.

Es el mejor ejemplo de arco monumental de un vano que tenemos en España, y sin duda con el de Medinaceli -tres vanos- el más conocido. Posiblemente formase parte de una frontera entre dos pueblos nativos íberos. Su construcción data del principio del Siglo I, durante el mandato del emperador Augusto, incluido dentro de la reforma de la vía Hercúlea.
Se sitúa al norte de la ciudad de Tárraco, a 20 kilómetros de ella y al borde de la Vía Augusta.
Construido en opus quadratum, sillares rectangulares de piedra caliza perfectamente escuadrados y colocados.
 Su parte inferior está compuesta por dos pilastras de planta rectangular que constan de tres hileras de sillares y una cornisa de sección rectangular. La primera de las hileras es más grande en planta y tiene los sillares almohadillados. La piedra utilizada para esta parte es distinta a la del resto del monumento.

Conclusión

Los arcos de Roma se fueron haciendo cada vez más elaborados a lo largo de los siglos. Al principio eran muy simples, puertas de entrada temporales y simbólicas, posteriormente se construyeron con mármol de alta calidad, adornados con un completo orden arquitectónico, de columnas y entablamento, enriquecidos con bajorrelieves simbólicos o narrativos y coronado con estatuas de bronce.


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