jueves, 23 de mayo de 2013

La libertad guiando al pueblo-Belen Morro y Paula Pérez


La libertad guiando al pueblo
La obra titulada La libertad guiando al pueblo pertenece a Eugène Delacroix siendo esta su obra más importante, localizada en el Museo del Louvre en París.
Eugène Delacroix fue el principal representante del romanticismo francés (1793-1863). Probable hijo bastardo del príncipe de Talleyrand. Padeció una laringitis tuberculosa que le forzaba a la reclusión en su propio domicilio, permitiéndole desempeñar un gran trabajo.  Estuvo influenciado por Rubens y los venecianos, a su vez era un gran admirador de la pintura inglesa, pretendiendo mostrar el sentimiento melancólico a través del color.                 
Su viaje a Marruecos en 1832, le hizo cambiar el empleo del color y la luz aplicada en temas de inspiración árabe y literarios como en las Mujeres de Argel.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     
Centrándonos en su obra la libertad guiando al pueblo, (260 x 325 cm.) perteneciente al  estilo romántico-francés. Fue pintada en 1830 con la técnica del óleo sobre lienzo.
Este lienzo representa una escena del 28 de julio  de 1830 en la que el pueblo de París protagonizó una revolución con apoyo de todas clases sociales para destituir del trono a Carlos X de Francia por haber suprimido el parlamento por decreto y tener la intención de limitar la libertad de prensa.
La revuelta se inició el 27 de julio y duró 3 días  (Tres jornadas gloriosas). La noche del 27 de julio, jóvenes republicanos elevarían barricadas  para anticipar comienzo de la revolución (de hecho al cuadro se le conoce también como La Barricada)
El cuadro fue comprado por el Estado Francés en 1831, después de sucesivos propietarios, en torno a 1863 sería expuesto en el museo del Louvre, tras la muerte del autor. Pasando a convertirse en el icono universal de la lucha por la libertad.
En primer plano podemos observar son los cadáveres que han caído en la lucha contra la tiranía, entre ellos hay un moribundo que mira fijamente a la mujer indicándole que ha merecido la pena luchar, siendo esta la representante de la libertad dibujada con el torso desnudo y portando 2 símbolos revolucionarios, en su mano derecha la bandera tricolor francesa y el gorro frigio, mientras que en la izquierda sujeta un rifle. Está  situada en segundo plano junto a un niño con 2 pistolas y un burgués que lleva un sombrero de copa en el que se autorretrata Delacroix a pesar de que no participó en los hechos, a su lado,  un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia.
En tercer y último plano, se puede observar la multitud del pueblo francés junto a la catedral de Notre Dame y el resto de la ciudad, por lo que se puede deducir que el cuadro representa Paris.
El primer y segundo plano formar una estructura piramidal, siendo los cadáveres la base de esta y la bandera junto con la figura de la libertad la cúspide, Mientras que el tercer plano, forma una  línea horizontal algo inestable, que se corresponde con una línea imaginaria entre las cabezas de la multitud al fondo del cuadro.
Por otra parte, existe la perspectiva aérea, encontrando su punto de fuga en los edificios del fondo como es el caso de Notre Dame y las líneas de fuga que corresponden con los personajes del cuadro dando así sensación de profundidad.
La luz en este cuadro es muy importante a pesar de no ser natural. Estalla con fuerza en la camisa del hombre caído en primer plano e impedir contemplar con claridad el grupo de figuras que se sitúan tras el personaje femenino, iluminando  la bandera tricolor, y el vestido de la libertad, al igual que una parte del cuerpo del niño que hay a su lado.
La luz y el color tienen un objetivo en común: potenciar el movimiento añadiendo claroscuros.
El color en esta obra se consigue gracias al conjunto de pincelada suelta y luz. Se utilizan colores pálidos como el azul, el rojo y el blanco de la bandera, así como amarillo y tonalidades ocres y grises.
El color para Delacroix no solo tenía un valor de representación, sino sobre todo un significado emocional propio, con el que intentaba plasmar sobre el lienzo el sentimiento y el estado de ánimo de las personas. De fondo se ve el cielo de París tormentoso, donde aparecen brumas y humos de la batalla.

"He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada... y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella”

Actualmente este cuadro ha sufrido un acto de vandalismo por parte de una visitante en el Louvre, que hizo una inscripción en la pintura antes de ser arrestada, la cual pintó “AE911” con un rotulador. La inscripción puede estar relacionada con una hipotética teoría de la conspiración sobre los atentados del 11-S en Estados Unidos.

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