sábado, 16 de marzo de 2013

El Palacio de Versalles

PALACIO DE VERSALLES                           Rubén Garzarán, Víctor Tavira y Carlos Caballero.

Autores: Monsant, Le Vau y Le Notre.

Cronología: 1661-1756 Monarquía de Luis XIV. Pleno barroco. Esplendor del absolutismo.

Localización: Versalles, Francia.

Influencias: sobre el resto de palacios de la realeza europea.

Planta
Al tomar como base el pabellón antiguo en forma de U de Luis XIII, los arquitectos desarrollaron un edificio que recubría el anterior y que se prolongaba en forma de alas alargadas (ampliación de Mansart), con patios internos y pasillos de distribución que actuaban como palacios autónomos por sí mismos. El ala de la derecha se destina a los despachos de la administración y el de la izquierda para los príncipes. Las habitaciones reales están en pleno eje central del conjunto, siguiendo la simbología centralista.
El resultado fue un palacio de más de seiscientos metros de contorno con dos fachadas: una abierta a la ciudad y otra de acceso a los jardines. Nunca antes se había construido fachada tan monumental.

Fachada
El conjunto principal es bastante clasicista, sobrio y majestuoso.
Base alta con sillares almohadillados que se inspira en los palacios italianos renacentistas.
El cuerpo intermedio, de dimensiones exageradas, se estructura a la manera que ya lo hiciera el Coliseo: pilares que sostienen arcos de medio punto, que a su vez están decorados por columnas de orden jónico que sostienen un entablamento. Los arcos son grandes ventanales que dan luz al interior. La base y el primer piso se adelantan de vez en cuando creando terrazas a modo de palco donde se refuerza la decoración con columnas exentas y esculturas coronando el entablamento.
El siguiente piso, el ático, es el más bajo, con ventanas rectangulares y una estructura balaustrada que lo remata a modo de crestería, que sirve de base a una decoración escultórica  de jarrones y trofeos.

Jardines
Destacan por su majestuosidad y belleza, el diseñador fue Le Nôtre. Responden a una organización geométrica que ejerce de prolongación vegetal del propio palacio. Abundan fuentes, esculturas y canales para contribuir a la decoración del complejo. Más allá de los jardines se extendían bosques utilizados como coto de caza por el monarca. En cuanto al simbolismo, el sol ejerce de figura principal, ya que era el símbolo personal del rey, y se alude continuamente a él, su imagen en forma de escultura, retrato o de motivos alusivos a su persona.
Interior
Destacan varias habitaciones. En primer lugar, la gran galería situada en la parte central de la fachada, esta estancia recibe el nombre de la Galería de los Espejos, ya que una de sus paredes está repleta de ellos, en la galería se encontraba la puerta hacia la habitación del rey, y debido al efecto de la luz en los espejos, cuando salía el rey simbolizaba la salida del sol, presentando al monarca con todo su esplendor. El techo de esta sala consistía en un conjunto de frescos conmemorativos de grandes batallas. Otra sala importante es el Salón de la Guerra, antesala de la galería de los espejos, y que junto al Salón de la Paz, situado detrás, forma una unidad arquitectónica. Este conjunto destacaba por su relieve estuco diseñado por Coyeseuox que representa al rey a caballo como un emperador romano. La capilla, diseñada por Mansrat, se componía de dos pisos. El piso inferior era propio para los cortesanos, esta compuesto por arquerías que sirven de soporte al piso superior. El piso superior era para la familia real, y estaba rodeado por columnas que sustentaban el techo. La capilla se caracteriza por su gran amplitud y luminosidad.

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