domingo, 10 de marzo de 2013


La catedral de Chartres

Alba Calvo Navarro


Nos encontramos ante una catedral de la arquitectura gótica clásica francesa, ubicada en Chartres, Francia y cuya fecha de realización se da en el sigo XIII, época que corresponde con la baja edad media.
 La primera iglesia de la que tenemos constancia, se construyó hacia el año 360. Ésta desapareció en un incendio, durante un saqueo visigodo sobre el 740 o 750. Una segunda catedral es destruída por los piratas normandos en el 858, y el obispo Gisleberto mandó reconstruirla y ampliarla. De aquella iglesia, queda una capilla de la que forma parte la actual cripta. Es en esta época, siglo IX, cuando la catedral recibe una preciada reliquia: la túnica que se suponía usada por la Virgen María en el momento del nacimiento de Jesús. Esto le sumó importancia al lugar, y el peregrinar de muchos fieles a la ciudad, hizo que los grupos burgueses de Chartres fueran aumentando, al mismo tiempo que los gremios adquirían cada vez más importancia.
Durante el S. XII, la ciudad sufrió dos terribles incendios, el último afectó también a la catedral. De éste, sólo quedó en pie las torres y la fachada occidental y la cripta. 
 
 No se conoce el autor de este templo solo los encargados de su financiación , los Capetos, dinastía vinculada tradicionalmente a Chartres, por el cabildo y por los gremios locales, estos últimos movidos por intereses económicos, ya que, la catedral traería de nuevo peregrinos a la ciudad.
Hacia 1220 el cuerpo principal estaba concluido, en tan sólo 26 años. Para la construcción se empleó piedra de canteras de la zona.
La catedral de Chartres es la primera gran catedral gótica francesa y por tanto modelo de las demás.
 
La planta esta dividida en dos grandes zonas separadas por un amplio transepto de tres naves por un lado, la cabecera muy desarrollada con 5 naves de cuatro tramos y un doble deambulatorio de 7 tramos con capillas radiales. La  longitud  del transcepto era prácticamente igual al resto de la nave lo que obliga a situarlo en el centro de la catedral.
 
Pero la verdadera novedad de esta catedral la encontramos en el alzado formado por tres pisos (en vez de cuatro), una arcada principal, un trifolio y los ventanales.
 
El piso superior es de altura inhabitual comienza bajo el nivel de nacimiento de las bóvedas punto donde estas comienzan a curvarse este piso y la arcada principal casi nunca se encuentran en la misma altura.
Entre cada intercolunio hay un gran oculo lóbular superpuesto a un par de ventanas apuntadas. Mas abajo los intercolumnios se iluminan mediante ventanas abiertas en las paredes exteriores.
 
Otra novedad es la sustitución de la tribuna sobre las naves laterales por el revolucionario sistema de arbotantes y pilares exteriores que permitía sustituir los muros de piedra por grandes ventanales cubiertos de vidrieras de colores.
 
La catedral de Chartres tiene la suerte de tener el conjunto más bello de vitrales de los siglos XII y XIII. Este conjunto se ha conservado en muy buenas condiciones, dado el trabajo de restauración.
 
Las escenas se deben leer de abajo a arriba, su dibujo es refinado y preciso y hay un predominio de colores fuertes como los rojos, los azules, los amarillos y los verdes.
 
La cubierta esta formada por bóvedas de crucería cuatripartitas cuyos arcos ojivales se sostienen sobre finas columnas adosadas a los pilares.
 
Por ultimo, una curiosidad de esta catedral es el laberinto, inscrito en el pavimento y situado a pocos metros de la entrada principal.  Patrimonio medieval, es de los pocos que se mantienen en la actualidad, con otros como los de Reims, Amiens… Ocupa todo el ancho de la nave central. Con más de 12 metros de diámetro y 264 metros de recorrido, a través de once círculos concéntricos,  su diámetro coincide con el que tiene el rosetón de la fachada principal.

 

 

 

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